En un espejo el mundo se
hace más grande. El doble de grande, en realidad. País de objetos duplicados,
‘otros yo’, Doppelgängers, espacios reflectados y reproducciones; desaparece
apenas se apaga la luz o se le pone contra la pared. La luz es la condición
necesaria del espejo.
Ya el filósofo habló en la
antigüedad de la imperfección de los reflejos, de las sombras que apenas somos
de las ideas perfectas y eternas. Pero nuestro día a día se nos impone
pragmático, lejano a toda aquella perfección de entidades impolutas. Nos
consumimos mientras el tiempo pasa, y así recurrimos a mil y un reflejos para
reconocernos, y recibir de vuelta lo que arrojamos todo el tiempo fuera de
nosotros: la mirada.
Tras una larga vida como género
clásico en las artes plásticas, el gran río del retrato ha desembocado su cauce
en abstracciones más acendradas cada vez, al grado de descomponer su
tradicional connotación de “figuración del rostro” hacia auto-representaciones.
La totalidad se fragmenta,
se des-centra el individuo. Es cierto que el todo es más que la suma de sus
partes, pero hay que reconocer que cada elemento pertenece fielmente a todo el
conjunto. La mirada es honorable representante de la personalidad; la silueta
es heraldo del semblante; y yendo más allá, el ambiente circundante es signo de
la presencia protagonista dentro de ese espacio.
En Espejo Congelado, Laura
Chenillo y Diego Narváez se trasladaron a uno de los muchos extremos del mundo
a buscar sus figuras, reflejándose en el frío horizonte, encontrándose en la
noche más larga del año. Se apartaron del cotidiano para investigar en el
extraordinario horario de la aurora, del hielo apareciendo en el agua, que
desaparece ante los ojos que se preguntan por sí mismos con admiración
planetaria.
Uno dice: no haría falta ir
tan lejos para conocerse a sí mismo, la patria son nuestros pies. Pero esas no
son las razones de exploradores que hacen historia y que cuentan historias de
aventuras, haciendo el mundo más grande para quienes permanecemos sedentarios.
El doble de grande, de hecho.
L.H.A. Juan Carlos Jiménez
Abarca
Director del Museo de Arte
Contemporáneo “Alfredo Zalce”
Morelia, Michoacán. México.
Abril 2015.
Espejo Congelado de Laura
Chenillo y Diego Narváez
Dibujo / Fotografía / Video
/ Instalación Galería L. Arte y Diseño.
(Alfonso Reyes 216-L 001,
Hipódromo Condesa. México D.F.)
En el marco del Corredor
Cultural Roma Condesa No. 14
Inauguración: 18 de abril
2015, 12:00 horas